jueves, 14 de julio de 2011

leyendas tipicas de logroño

El susto de los ladrones

Cuentan que por estos lares vivían unos jóvenes alborotadores que gustaban de sustraer a los pobres campesinos el producto de su trabajo. Cierta noche robaron un cordero y, burlándose del dueño, entre risas y chanzas corrían a la fuga cuando uno de ellos preguntó qué hora sería. Para sorpresa de todos fue el cordero el que contestó "¡Acaban de dar las doce!". Los jóvenes, reconociendo la voz de una vieja del pueblo que debía ser bruja, salieron a la carrera presas del pánico dejando el cordero abandonado.




El juez incrédulo

Una anciana acusó a una vecina de brujería ante un juez de la Inquisición en Logroño. Cuando el juez le preguntó en qué basaba la acusación la anciana contestó:
- En que mi vecina sale volando por la chimenea.
- ¿Usted la ha visto?-preguntó el juez.
- No, pero la he oído.
- Siendo así, no vales como testigo.

Molestóse la anciana y, al abandonar la sala, soltó una ruidosa ventosidad. El inquisidor se quejó diciendo:
- ¡¡¡Atrevida!!! Te has tirado un pedo.
- ¿Cómo sabe que he sido yo? ¿Es que me ha visto?- dijo la anciana.
- No, pero te he oído.
- Siendo así, no vale usted como juez.- contestó la anciana saliendo y dejando al inquisidor boquiabierto.




 

 

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